Lía Méndez: “En una situación de desigualdad como la que estamos viviendo nos está vedado el ejercicio de los derechos humanos”
El tema fundamental actual que debe ser abordado es la violencia y destacó el interés de tener ámbitos de reflexión e intercambio para poder comprender, penetrar, escuchar las distintas miradas; para encontrar una salida, un camino que nos pueda llevar a la construcción de una cultura no violenta, la cultura de los derechos humanos.
Lía Méndez participo en el conversatorio realizado el 12 de octubre en el Salón Montevideo de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires junto a destacadas expositoras que se tituló: “Mujeres en defensa de la Paz y la Democracia”. Estuvo organizado por la junta interna de Ate Legislatura.
Hizo referencia a la coincidencia de épocas de extrema violencia como las que se vivían cuando solía hablar en ese recinto durante su mandato como diputada de la ciudad y en esta ocasión.
Su exposición partió del tema por el cual fue convocada la actividad, a partir de la extrema violencia vivida en el atentado de magnicidio fallido del 1 de septiembre contra la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner
Destacó como posibles motivaciones del atentado su condición de mujer y de política y recordó a Milagro Sala por la persecución y cárcel que sufre por las mismas razones. Señaló que de tratarse de un “hombrecito” posiblemente no se hubieran atrevido a atentar.
Señaló también que el impacto social y político que produjo el atentado no lo produjo en igual proporción una violencia tremenda que viene sufriendo Cristina Fernández de Kirchner como es atentar a su derecho fundamental de defensa en juicio; y remarcó que si hay una gravedad y una violencia extrema que se le ejerce es impedirle que ejerza su derecho a la defensa.
Profundizó analizando que la violencia física del atentado genera más impacto que la otra violencia y las otras sufridas por la vicepresidenta, aunque no generen el mismo impacto, si bien son la antesala de ese último acto de violencia.
Lía Méndez consideró que el tema fundamental que debe ser abordado es la; lo marcó como el “tema fundamental actual” y el interés de tener ámbitos de reflexión e intercambio para poder comprender, penetrar, escuchar de algún modo las distintas miradas, para ver cómo pueden sumarse y hacerlo coincidir con miras a encontrar una salida o por lo menos un camino que nos pueda llevar a la construcción de otra cultura, de una cultura no violenta, de la cultura de los derechos humanos.
Insistió en su interés de poner el énfasis en el tema de los derechos humanos, como sistema de promoción y protección de derechos, “porque la no-efectivización de los derechos es la mayor de las violencias; y en un Estado de derecho no formal, sino real, las personas accedemos a la efectivización de derechos; por tanto, en una situación de desigualdad como la que estamos viviendo claramente, nos está vedado el ejercicio de los derechos humanos”. “Me parece que esto hay que hablarlo, hay que decirlo, hay que meterle mano a la raíz de la violencia” concluyó
Luego citó una definición de un compañero médico acerca de que “la violencia es como la fiebre de un paciente, es un síntoma. Tiene fiebre y no le vas a curar la fiebre. Eso indica que algo no funciona en ese cuerpo y entonces vas a buscar qué es lo que no funciona. Entonces, trabajando ahí, lograrás que la fiebre disminuya. Me parece la mejor de las definiciones, porque efectivamente muchos hablamos de violencia, cómo combatimos la violencia… y ¿qué es combatir la violencia? ¿Es poner más penalidad ante ciertos delitos? ¿Es ponerle qué? ¿Es ponerle un muro de contención? Entonces al violento lo ponemos del otro lado y nosotros quedamos libres. ¿Libres de qué? ¿Transformamos algo? No transformamos nada.
Entonces me parece que la violencia, el fenómeno de la violencia, -que es una estructura, ya que hay una violencia personal, una violencia social y una violencia institucional, funcionando en estructura-, requiere una profundización para comprender, y recién comprendiendo la raíz de la violencia, podremos intentar abordar salidas no violentas. La violencia “garpa”; La violencia tiene peso. La violencia ocupa todo el espacio. Si es en los medios de comunicación más. La no violencia es como una brisa, como el aire…Ahí está la diferencia.”
Destacó la referencia a las Madres de plaza de Mayo realizada en otra exposición y aseguró que: “Simboliza efectivamente ese valor supremo de la lucha no violenta, de la actitud de vida no violenta”. Lo definió como “el mejor modelo que tenemos. Porque han sufrido y sufren enormemente. Han vivido la peor de las tragedias, el mayor de los sufrimientos y sin embargo han llevado adelante una acción no-violenta de años, han transferido todo ese sufrimiento, no ha habido venganza ni hay espíritu de venganza. Internamente ha pasado algo muy interesante y creo por eso que debe servir de modelo para todo lo que decimos que hay que salir de la violencia y nos parece que es imposible”
“Me gusta hacer hincapié en el tema de los derechos humanos, porque creo que tenemos mucho que trabajar para que los derechos humanos constituyan un eje de la práctica política y social, no un discurso, un eje, y eso implicará que tengamos conciencia de derechos, que construyamos cultura de derechos humanos. Los derechos humanos son una ética de la libertad.
Tener conciencia de derechos humanos, no es conocer la legislación – que por supuesto hay que conocerla – es tener la práctica, entrenarse en el ejercicio de poner en práctica los derechos humanos, registrándose como sujetos de derechos y sobre todo registrando al otro y a la otra como sujeto de derecho. Y eso hoy no está. Hoy no está.