Yo creo que es una oportunidad extraordinaria por esa esa fuerza, esa potencia que se mostró y se puso para hacer pie ahí, la política y hacer lo que hay que hacer en este momento tan difícil, de tanta debilidad de la democracia en nuestro país.

Habida cuenta de cómo sigue avanzando la Corte Suprema con el fallo de ayer, de todo lo que los que no aflojan, por supuesto, siguen trabajando por debajo de esta alegría, por debajo de esta expresión popular, por debajo tejiendo y tejiendo y tejiendo esa oscura red de odios, mafiosa, de perjuicio para toda la sociedad.

El perjuicio que generan con sus definiciones.

Creo que es momento para plantearse firmemente patear el tablero y hacer lo que hay que hacer, que es lo que ese mismo pueblo está esperando. Ese mismo pueblo que se manifestó con tanta alegría y fuerza. Ese pueblo está esperando una reacción de la política que encarrile, para empezar a poner las cosas en su lugar.

“En un afán mío de liberarte un poco de tanto macaneo. La verdad, yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón, la Milagrosa. Ellos nacieron como una reacción a tus malos gobiernos. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva, pero ni a su doctrina. Los trajo en su defensa un pueblo a quien vos y los tuyos habían enterrado en un largo camino de miseria…”

En relación a estas injusticias y a esta construcción a la que alude este texto. En cuanto a “Yo no lo inventé a Perón”, a mí me surgía, “Nosotros no la inventamos a Milagro”. En relación a la situación que vive Milagro Sala y me surgía, porque hay todo una movida, hace mucho tiempo que se viene pidiendo que desde el Gobierno Nacional se tome cartas en el asunto y se termine con esta tremenda, tremenda injusticia que vive Milagro Sala. Y viendo todo el comportamiento de la Corte, como de la Corte de “Comodoro PRO”, yo pensaba, ya que el Poder Judicial gobierna, que el Poder Ejecutivo haga Justicia y libere a Milagro Sala. Libertad a Milagro Sala. Necesitamos un acto de justicia. Un acto de justicia. Un primer acto que sea el puntapié inicial, como en un partido de fútbol, que eche a correr la pelota. Empezar a encaminar a nuestro país hacia la justicia. Hacia la justicia.

Si hay que dar un golpe de timón y un golpe de timón es un golpe de timón.

Cada cual la interprete como quiera. Pero eso es lo que hay que hacer. La política tiene que dar un golpe de timón para encaminar el buque en una nueva dirección, en otra dirección.